Hay una pareja
de capiteles en Loarre que se diferencian claramente del resto de los vistos
en el templo. Ambos se halla al exterior de la ventana del muro norte de
la iglesia superior de San Pedro. Al lado izquierdo, dos niños cabalgando leones al modo
de lo visto en Frómista y al derecho un capitel de aves afrontadas del que quiero
resaltar su ábaco por la voluptuosidad de lo que se describe
como una especie de gusano marino que se enrosca sobre si mismo y que a
mi mas me evoca "el huevo de la serpiente". Metáfora en
piedra del principio del mal que tiene su clara relación con la forma
voluptuosa de enroscarse las colas de los basiliscos en el ábaco
de uno de los capiteles del claustro de Moissac como puede apreciarse en
la imagen 1.
1
Otro de los
motivos repetidos, idénticos en cuanto a concepto aun cuando varíe
su formato adecuándolo al soporte en que se talló, lo podemos hallar
en la imagen 2. Se trata de una pareja
de ángeles portando un medallón en el que se representa una
busto desnudo, representación de un alma ascendida a los cielos y
por reducción, a la Ascensión de Cristo. En pie aparecen los ángeles
en Loarre por tratarse de un capitel y tumbados en Moissac ya que el
motivo decora un ábaco. Ambos es probable que estén reflejando
lo que el artista debió de imaginar a partir de la muestra de motivos
clásicos como lo que podemos ver en el sarcófago romano del siglo II
que alberga los restos de Ramiro II el Monje en San Pedro el Viejo de Huesca.
2
Y por fin como he nombrado, la directa relación con la escultura jaquesa.
Nada mejor que un evidente ejemplo en los ábacos de
estos dos capiteles que muestro en la imagen
3. A la izquierda la imagen del tercer capitel por el lado sur en el cilindro absidal
de la iglesia superior de San Pedro de Loarre. A su lado el bello capitel
de la sala capitular en el museo diocesano de Jaca con gran similitud al
que podemos apreciar en la iglesia de Santiago de
esa ciudad.
3
Pero el motivo
por el que comparo aquí ambos capiteles es por sus ábacos
de elaborada hechura y poco frecuente tema(Imagen 4) consistentes en una sucesión
de círculos elaborados a base de triple cordoncillo que acaban en
cabezas de animales que se han interpretado como caballos pero más
deben de corresponder a criaturas fantásticas o monstruosas a tenor
de lo visto en su entorno.
4
Lo que resulta
evidente es que el artista que talló ambos ábacos debió de ser el mismo y que al igual que
otros trabajó en Jaca y también en Loarre. Estas esculturas y otras con fuerte influencia de Toulouse y Moissac configuraron
la decoración de este bello templo castrense, capricho en piedra de un decidido
rey aragonés que quiso rubricar con esta maravilla sus compromisos
con las gentes de más allá del Pirineo, con la Iglesia
de Roma y con las reformas en curso de la misma y sus planes de cruzada
contra el infiel, ensayados por primera vez en Barbastro en 1973. Así
pues en Loarre estamos contemplando un monumental documento de
compromiso fechado, firmado y sellado. No hay mas que saber leerlo.
(Con posterioridad he hallado
este mismo motivo de los ábacos jacetano y loarrés en una de las arquivoltas de la portada
norte de San Pedro el Viejo de Huesca. Lógico desde el punto
de vista del avance de la reconquista )