El "tesoro" del castillo se halla en la iglesia
del pueblo de Loarre. Se compone de dos bellas arquetas de finales del siglo XI y dos
tallas románicas: la Virgen de Loarre y una preciosa talla de san Pedro, titular de su Iglesia
principal. De
las dos arquetas cuya historia ya he transcrito en la página anterior,
la mayor es de notables proporciones
(alrededor de 60 cm de lado mayor). Está construida
en madera, con aplicación de chapas de cobre dorado decoradas a
buril y con grandes gemas engarzadas en sus ángulos. Probablemente
en origen fuese esmaltada y da la sensación en algunos puntos
de quedar restos de su decoración.
A lo largo de sus cuatro caras nos muestra un apostolario completo:
cuatro en cada uno de los lados largos y dos en los cortos, habiendo sido realizados todos ellos en grupos
de dos Apóstoles y posteriormente claveteados con pequeños clavitos de cabeza en forma de cruz de
Malta. Motivos vegetales separan a los personajes que se ubican
bajo arcos de medio punto apeados en columnas (Imagen
6). La figura de san Pedro, fácilmente reconocible por
las llaves, se halla en el lado posterior del cofre. Muestro su cara ampliada en la imagen 5 en actitud pensativa,
mesándose la barba.
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La tapa del arqueta esta diseñada a cuatro aguas. En el frontal
(Imagen 2) vemos una imagen de Cristo en mandorla entre los tetramorfos. En el lado opuesto hay una figura de Cristo en pié con cruz en
su diestra y rodeado de cuatro ángeles (Imagen
3). Los dos inferiores además de
sustentar la mandorla de Cristo soportan con una mano a los situados sobre
ellos. En ambas
piezas las mandorlas con la escena central son elementos independientes
con respecto a orlas de tetramorfos y ángeles, que se hallan claveteadas. En los laterales vemos
sendos ángeles turiferarios inscritos en piezas triangulares (Imagen 4). Poseen tres pares de alas: dos cruzadas sobre el
pecho, dos a ambos lados del cuello y otras dos detrás de la cabeza.
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