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La
lectura del muro que alberga los pasos superpuestos nos habla también
de momentos edificativos sucesivos. En altura hay dos ventanales
aspillerados muy alargados que centran un fragmento moderno de muro
(de 1915) dado que al arquitecto La Figuera se
le cayó el original que poseía una ventana
geminada como la que hubo en el "mirador de la reina".
Esta decoración relevante otorga a la supuesta "sala de armas"
una función distinguida. En
la base de esta zona de pasos y en el lado a nuestra derecha de la imagen
2, colindante con la torre nordeste, los sillares son de hechura
arcaica, así como los vanos aspillerados y con dintel plano.
Es más que probable que -como piensa Adolfo Castán- esa
torre abierta al norte que luego sería cabecera de los pabellones
monásticos sea de mayor antigüedad de lo que se considera
y que existiese ya una primera muralla de la que formase parte. La
imagen 2 es activa. Colocando sobre ella el cursor
resalto en amarillo la circulación superior destinada al tránsito
de los canónigos desde los pabellones norte hacia el templo,
en rojo la circulación de acceso al recinto superior y en verde
la zona de tránsito compartida.
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Voy
a tratar de guiaros en imágenes por los recorridos existentes
en el castillo destinados a intercomunicar sus diferentes zonas, tanto
las hoy visibles como las desaparecidas. De entrada, como ya he comentado,
pensad que están destinados a comunicar la zona de habitación
y servicios de la comunidad canónica agustiniana situada en los
pabellones norte con la iglesia de San Pedro de Loarre a donde habían
de acudir repetidas veces al día para realizar sus oraciones
litúrgicas. Y además de esta función que condicionó
el crecimiento del castillo arcaico, había que seguir dando
acceso al recinto castrense situado en la cota más alta del
conjunto, que al edificar la iglesia de San Pedro quedó sin su acceso
inicial.
Nuestro
recorrido ascendente comienza en la portada de la fachada sur de la
iglesia de San Pedro, que lo es también de acceso a todas las
dependencias del castillo. Esta portada pasó a ser el único acceso al interior de la fortaleza. Desde allí asciende una magnífica
escalera que cruza por debajo del templo (Imagen 3)
para, tras girar a la izquierda y ascender nueve escalones, llevarnos al interior del mismo a través de la portada situada en su muro norte
(Imagen 4). En
caso de que salgamos del templo para visitar el resto del castillo,
o bien si desde la escalera principal doblamos a la derecha sin entrar
a la iglesia de San Pedro, una serie de tramos ascendentes a base de
sucesivos rellanos y escalones discurren en paralelo a la nave y cabecera
de la iglesia (Imágenes 5 a 7).
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A nuestra derecha
vemos varios arcos ciegos (tres) que proporcionan apeo a la bóveda
de medio cañón de este tramo paralelo a la iglesia (Imágenes
6 y 7). Al acabar ese tramo giramos a la izquierda
subiendo otros cuatro escalones y llegamos a un rellano desde el cual
hemos de tomar otra decisión: seguir rectos o girar a la izquierda
(Imagen 8). Si seguimos ascendiendo por el tramo abovedado
vamos hacia los pabellones norte a través del inferior de los
pasos superpuestos. Si giramos a la izquierda encontramos
un vano a través del cual nos encaminamos directos hacia la puerta
del castillo lombardo y al recinto castrense original (Imágenes
8 y 9).
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La
imagen 10, repetida en las sucesivas páginas,
muestra un detalle en planta de esta zona, sobre plano de Pons Sorolla
de 1979 en la que aparece en marrón las estructuras de Ramiro I
y en azul las aportadas por Sancho Ramírez. Merece la pena recordarlo
con frecuencia para no perder la visión de conjunto.
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