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Llegados
al punto de intersección de la imagen 1, si continuamos
por la izquierda nos espera -como ya se ha comentado- el acceso directo
al recinto castrense primitivo y también la vista norte de la
zona alta del templo.
Vamos
a seguir derechos hacia el arco que se ve al fondo a la derecha de la
imagen 1. Atravesaremos un paso abovedado en el que la roca
aflorara a nuestra izquierda en su tramo final. Un vano aspillerado
abre a la derecha, ya cerca del arco de salida del paso. Sobre esa zona
del ventanal se sitúa en el piso superior una plataforma que precede
a la llamada "sala de armas", recinto pentagonal situado sobre nosotros que aprovecha
el espacio entre la torre de la reina y la del homenaje.
El muro de
cierre de este espacio mencionado poseía un vano
geminado (gemelo del existente en el mirador de la reina) que se
le vino abajo en las obras de restauración de Enrique de la Figuera
de 1915 y que fue rehecho pero tan solo con los dos alargados vanos
aspillerados paralelos (Ver
imagen).
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La
imagen 3 corresponde a la vista inversa de este tramo,
es decir desde el arco superior hacia el punto de partida. La luz que
entra desde la derecha corresponde al vano que nos lleva hacia la puerta
original del castillo inicial. En esta posición,
a nuestra derecha vemos aflorar con fuerza la roca viva sobre la que
se alza toda la estructura de las diferentes fases de Loarre (Imagen
4).
También nos encontramos con un paso cubierto por
medio de bóveda de cuarto de cañón que nos llevará
hasta un espacio triangular con dos estrechas escaleras opuestas, de acceso a la plataforma
situada sobre la mazmorra a nuestra derecha, o a la sala de armas a la izquierda
(Imagen 10). El
suelo de este paso está labrado en buena parte en la propia roca.
El muro de la derecha, que recibe la bóveda de cuarto de cañón,
es la base de la torre albarrana (o del homenaje) a la que este paso
y otro de similar hechura que luego veremos rodea por sus lados SW
y NW respectivamente (Imagen 4).
La
imagen 5 es la vista inversa (de bajada) de este paso
comentado. Vemos la base de la torre del homenaje/albarrana a nuestra
izquierda dando apoyo al cuarto de bóveda y el piso de roca viva.
Corresponde al paso de la derecha de la imagen 11.
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Si
no giramos hacia el estrecho paso comentado y atravesamos el vano de
la derecha de la imagen 6, saldremos a un espacio, hoy a a
cielo abierto, en el que en tiempos hubo al menos dos plantas separadas por piso de madera. A nuestra
izquierda está el lienzo sudeste de la torre albarrana que se
eleva magnífica hasta los 22 metros y a nuestra derecha el interior
del muro de los pasos intermedios (Imágenes 7 y 8)
con sus estructuras que demuestran la existencia de piso de madera apeado
en arcos de medio punto de los que restan sus arranques en este muro
y en la propia torre del homenaje. Hay
vanos aspillerados de dintel plano muy arcaicos que hacen reflexionar
sobre la existencia de un primer recinto amurallado previo a la obra
de Sancho Ramírez (Ver
imagen). En la imagen del enlace, esta zona comentada corresponde
a la situada más a nuestra derecha, junto a la torre nordeste que hoy es la cabecera de los pabellones monásticos. Allí los dos niveles
de tránsito se han perdido por haber desaparecido la solera de
madera. Por el desaparecido paso superior se hubiese podido continuar
desde el vestíbulo de la sala de armas hasta la parte alta de
los pabellones monásticos.
La
imagen 9 es la vista inversa de este tramo a cielo
abierto. Está tomada desde el interior de la cabecera
de los pabellones monásticos hacia el vano por el que hemos accedido
al mismo. Desde esta perspectiva, la torre del homenaje/albarrana queda a nuestra
derecha y a la izquierda, el muro con vestigios de los pasos que hubo (retranqueos para apoyar tablazón y arranques de arcos).
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Vamos
ahora a volver al espacio triangular que dejamos tras recorrer el angosto
tramo de cuarto de cañón de las imágenes
5 y 6. Desde el mismo, la vista inversa nos
muestra la imagen 11. Hemos llegado por el lado de
la derecha de la imagen. Seguiremos
por el lado de la izquierda de esa imagen por otra zona un poco más
amplia; pero igualmente abovedada por medio de cuarto de cañón
que se apoya en la base de la torre del homenaje/albarrana (Imagen
12). El muro de la derecha es la propia base de la torre del
homenaje -NW-. La composición de la imagen 13a
nos muestra la base de la torre del homenaje y los pasos que genera
a su alrededor.
A la izquierda de este paso abre el acceso al llamado "calabozo"
que es un espacio abovedado poco iluminado, que a buen seguro
debió de servir de despensa-almacén a los monjes. El
hecho de rodear por completo la torre del homenaje/albarrana por estos
dos pasos de bóveda de cuarto de cañón, es una
de las circunstancias que más despistan al visitante ocasional
(también contribuye a desorientar el hecho de haber dos pasos superpuestos).
13b
13c
Las imágenes 13b y 13c corresponden al interior de la sala conocida como "calabozo". La primera está tomada desde el acceso y la segunda desde el fondo de la misma. El muro del lado izquierdo en la primera y derecho en la segunda corresponde al muro del castillo de Ramiro I, que vemos coronado de almenas en su zona alta por encima de la terraza que hay sobre esta sala. Esta sala con dos tramos distintos de abovedamiento y arco de descarga en el lateral enfrente del muro del castillo, debió de ser utilizado como depósito o bodega de la zona de habitación a pesar de la romántica denominación de "calabozo"..
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Al
final de este último paso abovedado con cuarto de cañón
hay un vano a nuestra izquierda (imágenes 12 y 13)
que desemboca en un pasillo estrecho (Imagen 14) paralelo
a las dependencias monásticas. A nuestra izquierda en la imagen
14 está el muro del "calabozo" y a la derecha
dos amplios vanos que permiten el acceso a la zona inferior de los pabellones
norte. Este
estrecho paso entre calabozo y pabellones tuvo en tiempo también
dos plantas. Retranqueos en los muros, ménsulas y restos de arcos
de medio punto para sustentarlo lo confirman. Cuando existieron, permitían
a su través el paso desde las cubiertas del calabozo a las dependencias
monásticas situadas en altura y en especial a la abovedada en
piedra (la central), que dada la epigrafía existente en un sillar
("Sancius")
se ha especulado con que fuese una dependencia noble (¿del abad?).
Desde
el interior de los pabellones norte/dependencias monásticas podemos
ver los vanos de acceso a ambos niveles mencionados (Imágenes
16 y 17). Llamo la atención de nuevo sobre la forma
de edificar el rehundido del arco de medio punto a base de "arcos
planos adintelados", hechuras no muy comunes a finales del siglo XI y
que en el castillo se repiten en varias ocasiones
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