IV
PLANTA TERCERA DEL
PALACIO-CASTILLO
La
planta tercera del Castillo puede considerarse como
formada por lo que se ha trazado en el anterior plano
y si bien parte de lo incluido está a nivel
un poco más alto, creemos dar claridad a la
descripción admitiendo esa planta; si hubiere
tiempo las secciones que se den a los pabellones y
que se incluirán en este trabajo a ser posible,
completarán el estudio.
El primer hueco que se encuentra a mano izquierda
en la galería continuación de la escalera,
ya hemos dicho que conducía a un patio descubierto;
este es de forma rectangular casi trapezoidal y está
limitado por el muro de la caja de la escalera, por
el muro de la Iglesia, por otro muro que se cimenta
en la roca a poco más de metro del suelo de
la rampa de subida que hay en este patio y de un muro
de un patio más alto.
En el muro de la Iglesia llama la atención
una ventana que atesora unos bellos capiteles en muy
buen estado y que hasta hace poco tapaba la hiedra
completamente; esta misma trepadora oculta la mayor
parte del muro de la torre llamada
de la Reina ocultando una bonita galería de
arcadas altas. Entremos por el frente al patio alto
después de ver desde el hueco abierto que hay
en el pavimento (y que se ha dotado de una baranda
de material) el patio de debajo de entrada a la Iglesia.
Se
cierra el patio alto -llamado el jardín de
la Reina- por un lado con el muro de la Iglesia y
en el se ven cerrados los huecos rectangulares altos
de que ya se ha hablado; sigue un pabellón,
un muro a fachada principal y un muro al barranco
que hay en la parte O. y en el cuarto lado edificaciones
del Castillo.
El
pabellón primero nombrado es un abovedado de
un piso cubierto con cañón semicircular
que hacia oriente tiene su ábside; en este
hay una ventana abierta lo más oblicuamente
posible para proporcionar la mayor luz de oriente;
tiene dos ventanas aspilleradas a fachada principal
y otras dos más una puerta al patio alto; por
la forma y situación se trata del oratorio
de la Reina (ya lo llama así el P. Huesca)
llamando la atención la desnudez de paredes
lo que hace pensar en que se buscaba la decoración
con tapicería.
En lo que resta del lado S. hay muro recio que contiene
dos ventanas aspilleradas y en el centro del entrepaño
entre ellas un gran ventanal ornamentado, llamado
mirador de la Reina, desde el cual se descubre un
hermoso y dilatado panorama de la región aragonesa;
seguramente que el ventanal grande pertenecía
a las habitaciones reales; lo que no se puede precisar
la distribución de ellas. Dicho hueco está
avalorado con la acostumbrada cornisa ajedrezada y
las columnas soportando el medio punto de su arco.
Estas habitaciones reales debían ocupar la
superficie formada por esta crujía de fachada
y la que forma con ella escuadra; se han encontrado
huellas de cimientos de división de locales
y si a eso se añade los restos de columnas
de diámetro importante que hay en uno y otro
muro (estando las del muro del barranco separadas
a igual distancia unas de otras) se puede reproducir
algo de lo que aquello fue; lo que no admite duda
es que aquellas habitaciones debieron ser de más
de un piso pues no solo hace suponer la importancia
de las columnas, sino también el que en este
patio alto las construcciones eran de más de
un piso y no iban a ser las más bajas las reales;
por de pronto se ve casi formado un gabinete en esquina
o rincón pues se ven los restos de los arcos
y el cimiento de la columna que recibiría el
encuentro de ellos.
Hay
gente del país que al ver que suena a hueco
en algunos puntos de esta patio alto cree en la existencia
de locales subterráneos llenos de tesoros;
se han hecho requisas en busca de salidas de última
hora al exterior pero se encuentra la roca al momento;
mas creo yo en los huecos que haya entre roca y roca
que hagan resonar los golpes que se den en ciertos
puntos.
Paralelamente a este muro que da al barranco y que
se ha reconstruido en parte, va otro muro separado
de el cosa de metro y medio y que desciende hacia
el barranco. Personas entendidas que han visitado
el Castillo han contestado a mis preguntas, creyendo
en la construcción de un muro interior durante
el largo asedio del enemigo para que este se encontrara
al destruir el exterior y creer llegaba dentro, con
otro grueso muro levantado para suplir al derruido.
¿No será mejor acaso una coraiça
o alguna falsabraga? Veamos cómo las define
el notable arqueólogo Sr. González Simancas
de Portugal (Madrid 1910). Dice en la pagina 93:
"Las coraiças
vinieron a ser unos espolones de mayor o menos longitud
levantados para impedir el paso por la zona polémica
inmediata a la cerca o bien para defensa de las puertas"
Y en la pagina 50:
"Falsabraga es según
la Academia un muro bajo que para mayor defensa se
levanta delante del muro principal y según
un autor portugués son semejantes a las antiguas
barbacanas que antes de la invención de la
artillería se acostumbraba a poner al pie de
las murallas y torres para resistir a los golpes de
los arietes y catapultas y máquinas antiguas
con que solían batir los muros para que recebándose
allí los golpes se preservasen los muros principales.
Y aun añade que se llenaban de tierra los espacios
entre el muro y la muralla"
Pues
bien; hay que observar aquí que el espacio
entre muros conserva algo de relleno y que el muro
al barranco sería el muro de las habitaciones
reales o sea el que debía exigir mayor defensa.
Yo creo más en la falsabraga que en la coracha,
puesto que para que fuera esto precisaría ver
cerca alguna puerta de salida al campo y no se han
encontrado huellas de ello, a pesar de haber buscado
mucho.
En el rincón que forman esta parte de estancias
reales y otras construcciones, se forma un local triangular
en el que desescombrando se ha hallado más
bajo el pavimento, al cual se descendía por
unos peldaños de piedra interrumpidos antes
de llegar al suelo y en uno de sus muros (el que da
hacia la sierra) un hueco que sería puerta,
ya que se ha encontrado todavía metida en la
caja correspondiente, la tranca que aseguraba por
dentro a la puerta y que se ha depositado en el Museo
de Huesca; solo se conservaba el corazón de
la madera. Indudablemente era una puerta de huida
en caso extremo, pues desde su umbral al barranco
hay aun una altura importante que salvar; sin duda
se reservaba para ello el uso de escalas de cuerdas.
También existe en ese local un muro curvo que
sobresale un poco del pavimento; ignoro el destino
de ese muro que viene frente al testero del cual parte
lo que hemos llamado falsabraga.
En sentido normal al muro del barranco o sea a continuación
del muro que contiene esta puerta de huida, sigue
el muro que poco antes de terminar contiene una puerta
baja moderna que da paso a la boca de un aljibe que
subvine a las necesidades de los visitantes del Castillo;
tampoco se ve del todo claro la edificación
que hubiere en esta parte. |