Los
muros en general están construidos con sillarejo
más bien que con sillares y en aparejo horizontal
y juntas verticales; es decir, que se ajustan a
los caracteres de la Arquitectura románica
de los siglos XI al XVI. Son además monocromos
y de labra esmerada sin ser muy fina.
Los pilares son en la Iglesia de los llamados compuestos
o sea conjunto de pilastra y columna, como puede
verse en las plantas correspondientes. Los capiteles
llevan su collarino unido al capitel y el ábaco
es generalmente una imposta labrada; son de forma
tronco cónica; su decoración es varia
y se ven el corintio románico (puerta de
la Iglesia), geométricos, con entrelazos,
historiados, & &. Las basas en general están
formadas por dos toros unidos por escocia siendo
el de debajo de los dos más ancho; los fustes
son en general monolíticos.
Los arcos son en general de medio punto y merece
observarse que en algunas estancias arrancan del
pavimento y a veces no son rigurosamente circulares.
Las bóvedas usadas son las de cañón
seguido de sección semicircular y algo apuntada,
de cuarto de esfera, y de arista y semiesférica
y cuarto de circulo. De todas ellas hay que hablar
detenidamente; de las de arista. Lamperez las cita
y detalla en su notabilísimo libro y las
supone de fines del siglo XI haciendo observar lo
mal ejecutada de ella pues señala una junta
seguida en las aristas, es decir, que niega lo esencial
de la bóveda; nada de particular hay que
decir de las bóvedas que cubren los ábsides;
si hay que detenerse un poco en las que cubren el
crucero por ser un caso muy curioso. Al colocar
entre los arcos torales y la semiesfera un cuerpo
de luces hubo de pasarse por doble trompa cónica
(de la que se ha incluido un dibujo en este trabajo)
de la planta cuadrada del crucero a la esférica.
Respecto a las cubiertas he de observar que hoy
día esta cubierta la Iglesia con teja árabe
pero han salido en los escombres del recinto muchos
trozos de loseta que debió pertenecer a las
cubiertas de los numerosos edificios del Castillo
cuya losa iba directamente sobre la bóveda
sin intermedio de armadura. Al menos las huellas
así lo indican.
La puerta de entrada sigue la costumbre de estar
en un saliente de fachada; se compone solo de un
arco sobre las jambas y otro sobre columnas y debió
tener su tejadillo para preservarla de las lluvias;
no lleva tímpano.
En ventanas se ven gemelas en bastantes partes y
rectangulares sencillas (en la iglesia oratorio
de la Reina) y con columnas todas las del ábside
en su alzado interior y exterior y las de la Iglesia
en general, siendo muy notable ejemplo la del llamado
mirador de la Reina.
Por todo lo apuntado se ve que la época de
la Iglesia de Loarre la hace entrar en el concurso
abierto.
Hablemos ahora algo de la cripta.
La cripta de la Iglesia de Loarre es única
en su clase (al menos no he encontrado igual a ella
en las obras que he consultado) pues abarca su superficie
la del ábside exactamente, se baja a ella
desde la Iglesia por doble escalera situada en el
crucero, no tiene pilares, columnas ni apoyos aislados
para sostener su bóveda y está cubierta
por cañón de medio punto y cuarto
de esfera; además tiene luces recibidas por
ventanales al exterior.
Veamos en conjunto lo que dicen acerca de las criptas
los principales autores. Empezaremos por Lamperez,
al hablar de las visigodas solo menciona las de
Segóbriga, San Miguel de Tarrasa y Palencia;
la 1ª del siglo VI más parece fuera
un cementerio y abarcaba toda la Iglesia superior.
La 2ª de los siglos IX al XII ocupaba también
toda la planta superior de la Iglesia. La 3ª
obra de fines del siglo VII (sin completar de estudiar)
parece abarca hoy lo que se ve, parte de la Catedral
y está cubierta por cañón semicircular
y losas. En la arquitectura asturiana informa sobre
Santa María del Naranco (848) que tiene igual
planta que la Iglesia, dudándose si lo fue,
está cubierta con bóveda de cañón
y es rectangular. La 2ª es también rectangular
y cubierta con cañón siendo de poca
altura.
En la Arquitectura románica ya manifiesta
que las criptas no fueron cuevas sino verdaderas
construcciones que generalmente había bajo
los ábsides y cita la de S. Benito de Bagés
(972) construida bajo el ábside central cubierta
con medio cañón, a la que se baja
desde el centro de la nave por una sola escalera,
creyéndose era sepulcro de personajes; ocupa
parte de la Iglesia. La de S. Salvador de Leyre
(siglo XI) fue un panteón de Reyes de Navarra,
está cubierta por cañones y ocupa
el ábside presbiterio; tiene 3 naves. La
de S. Vicente de Ávila se desciende desde
el interior; es del siglo XII, ocupa la superficie
del ábside central de la Iglesia y está
cubierta con cuarto de esfera. La de S. Lorenzo
de Carboeiro (Pontevedra) se baja por escalera de
caracol y está cubierta con bóveda
apoyada en sostenes monocilíndricos y la
de Santiago ocupa parte de la catedral, se duda
sea de 1188 o 1168, está compuesta de dos
naves, narthex, crucero y ábside, y las bóvedas
son de crucería.
Puig y Cadafalch en su estudio sobre la Arquitectura
románica catalana opina que la disposición
más antigua de criptas románicas es
la de ocupar solo la parte de debajo del presbiterio
y cita la de S. Vicente de Cardona de 1019 a 1040,
con escalera en el centro de delante del ábside,
que ocupa el ábside y parte del presbiterio,
que está cubierta por bóvedas de arista
Describe la de Olius, del año 1079, cubierta
por bóveda de arista y compuesta de naves,
es de disposición análoga a la anterior.
La de Roda (1067) cubierta por bóvedas de
arista sobre columnas; es de tres naves y ocupa
el ábside central y parte del presbiterio;
la de Canigó ocupa toda la Iglesia superior
y se entra a pie llano. Ers de 1009. La de Cuixá
de 1040 está cubierta por bóveda anular,
pues es e planta circular.
Planat en su diccionario observa la diferencia entre
las destinadas a panteón de familia o a enterramientos
de santos o mártires. Describe la de S. Avit
de Orleáns que es parecida a la de Loarre
en cuanto a su planta (588) y la de Notre dame du
Port de Clermont que tiene las escaleras como en
Loarre (siglo XI)
Lamperez en su notabilísima obra sobre arquitectura
cristiana española dice de la de Loarre que
es obra del siglo XI.
Esto es cuanto puedo hoy aportar acerca de la cripta
de Loarre. Su estudio merece dedicarse a ella más
tiempo. No disponiendo de el antes de publicarse
este escrito cierro el estudio de ella.