Gracias a la
colaboración de José Ramón Gaspar, creador de la pagina web dedicada a las Cinco Villas, el 6 de
Abril de 2006 he podido visitar el interior de los templos románicos
de Ejea de los Caballeros: San Salvador y Santa María.
San Salvador
es un templo de nave única (Ver planta) tan modificado
y retocado, que hay que recurrir a rastrear en el plano su original estructura.
De la obra original restan la nave con su cubierta, parte de los muros
laterales y las portadas que abren a poniente y septentrión.
Acababa al
este por medio de cabecera que por lógica debió de ser similar
en hechura a la de Santa María y a su vez, reflejo de San Gil de
Luna que es el modelo del Languedoc para estos templos. Una reforma gótica
la eliminó sustituyéndola por la actual con nervaduras confluentes
en rosetón alejado de la clave del arco triunfal y cubierta de plementería
entre las mismas (Imagen 3).
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A pesar de
la casi total desaparición de los muros laterales, hendidos para
dar acceso a las capillas añadidas, se conservan los arcos fajones
y sus sistemas de apeo. Son tres los fajones de la nave, doblados y apuntados
al igual que la bóveda del templo. Apean en pilastras a las que se
adosa semicolumna y flanquean otras dos columnillas. En lo alto, coronan
las columnas capiteles que revelan las trazas del taller de Agüero
(Imágenes 11 a 14). Casi todos ellos muestran sencillos motivos vegetales y solo uno (Imagen
11) fue historiado. A pesar de la erosión parece advertirse una figura
humana entre dos aves, coronando la columnilla de su lado izquierdo.
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El arco triunfal,
que debió de separar la nave del desaparecido presbiterio, no presenta
dobladura. Apea por medio de capiteles dobles en sendas semicolumnas adosadas
a los muros laterales. Rematan en altura por medio de dos capiteles adosados
en cada lado. En el del lado sur hallamos a nuestra izquierda dos figuras
bastante erosionadas que parecen representar a un demonio deforme que hostiga
por medio de serpientes a un personaje situado hacia el centro de ambas
columnas. Del otro lado, una pareja de arpías se sitúan bajo un árbol
central (Imágenes
6 y 8).
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La pareja de
capiteles del lado norte, algo menos deteriorados, muestran a nuestra izquierda
la lucha entre un centauro sagitario y un monstruo y a continuación
un grupo de fieras revueltas en una pelea de "todos contra todos"
como continuación de la escena iniciada por el sagitario (Imágenes
7, 9 y 10)
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Una imposta
recorre los muros a nivel de los ábacos de los capiteles, que conservan
en ocasiones decoración a base de motivo geométrico en forma
de zigzag.
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