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LA GUÍA DIGITAL DEL ARTE ROMÁNICO Webmaster: A. García Omedes - Huesca (España) |
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CATEDRAL DE JACA:
EL ZODIACO DE SU ÁBSIDE CENTRAL
Pocas veces hemos vuelto nuestras miradas y nuestras cámaras hacia el actual ábside central de la catedral de Jaca, salvo para fotografiar los canecillos bajo su alero, especialmente el atribuido a Bernardus Guilduino. Creo que es por ello que había pasado desapercibido el reutilizado zodiaco y de no ser por mi metodología de búsqueda sistemática de marcas de cantero en sillares reutilizados, reconozco que habría seguido sin prestarle la debida atención.
El hecho trascendente de la existencia de un zodiaco en la catedral de Jaca ha hecho que además de fotografiar los elementos formales de esta parte de la cabecera, haya discurrido sobre aspectos poco considerados hasta el momento, como es el lamentable hecho físico de la demolición del ábside central original.
Pienso que, como es lógico, la demolición del ábside central comenzó por el desmonte de sus sobrecubiertas y luego la demolición de la bóveda del mismo para continuar desmontando paramentos verticales, de arriba a abajo, como es lógico.
En esta obra se pensó desde el inicio reutilizar tanto los elementos escultóricos como los materiales para remontar la nueva cabecera. Los canecillos fueron recogidos con cuidado (solo hay que ver su estado actual) para su reutilización. Pienso que también el zodiaco, si estuvo formando parte de las metopas o si a modo de friso se colocó entre canecillos y la zona alta de los vanos, como en la iglesia de Saint Austremoine d'Issoire. Debió de haber tres vanos absidales y por tanto una docena de capiteles esquineros.
La zona del entorno de la cabecera catedralicia debió de convertirse de nuevo en un gran obrador al modo de lo que hubo en su fase inicial edificativa. Los materiales del derribo se amontonarían, seleccionados para su posterior utilización como elementos vistos o como ripios para formar el núcleo del nuevo ábside, cuyos cimientos y perímetro de replanteo sería establecido mientras todavía se estaba demoliendo el original.
Eliminar la bóveda así como la zona del cilindro absidal, ensamblados con su presbiterio, implica forzosamente que una parte del mismo desaparezca. También sus materiales serán reutilizados y ello es importante por cuanto las marcas de cantería las volveremos a encontrar en la zona de reutilización.
Cuando miro el ábside central "con otros ojos" empiezo a ver varias fases que componen un puzle en el que se reúnen materiales reutilizados con otros nuevos y en el que puede advertirse algún indicio de "zonificación".
He resaltado con colores las zonas en las que mayoritariamente hay elementos semejantes. Domina el color amarillo formado por edificación a base de mampostería. La mayor parte del lado norte, la zona alta del ábside desde los óculos y alguna zona del arranque del lado sur son de esta característica.
En color rosado señalo los materiales que creo procedentes del cilindro absidal y que desordenadamente vuelven a recomponer su perímetro, esta vez más adelantado que en origen.
La mayor parte de los sillares en los que he localizado marcas de cantería se ubican en una zona señalada con color azul oscuro, aun cuando hay también otros fuera de la misma en este lado meridional del ábside.
Las marcas de cantero que he hallado en esta zona son las mismas que hay al interior del presbiterio central y coinciden con la frecuencia que allí he encontrado. Creo que es un hecho importante por lo que más adelante comentaré.
La zona en la que he localizado los signos zodiacales se ubica a lo largo de unas tres hiladas poco al sur del arranque del óculo central. Los sillares que se hallan en esa zona tienen un color más blanquecino que los situados en hiladas inferiores (por acúmulo de restos de mortero o enfoscado sobre ellos). En el esquema coloreado del inicio de pagina he señalado esa zona con color azul claro y sobre estas líneas he encuadrado en amarillo los sillares que contienen signos zodiacales seguros (punto amarillo), no identificados (punto rosa) o probables por tamaño y situación (sin punto).
Un detalle a tener en cuenta es el hecho de que estos hipotéticos doce sillares zodiacales se encuentran agrupados en una zona donde por los colores que muestro en cabecera de pagina, debería de haber habido mampostería.
No creo en la casualidad sino que entiendo que tras la misma subyace un hecho lógico que no hemos sido capaces de detectar. A esas alturas de la construcción del ábside central con casi todo el material "bueno" reutilizado y comenzando a dar forma con mampostería, quedaban por recolocar los canecillos y el zodiaco.
Es posible que en el seno de los canónigos que mayoritariamente optaron por demoler el ábside achacando humedades, predominó la idea de que un zodiaco fuese algo esotérico y no acorde con la religión. Las piezas que habían sido conservadas hasta ese momento fueron lamentablemente repicadas y reutilizadas en altura, por encima de los sillares reutilizados del resto de la cabecera.
Un hecho derivado de esta observación de zonificación es que la mayoría de los sillares que portan marcas se sitúan en una zona muy concreta del ábside: En la parte media-inferior del lado meridional (marcado con color azul oscuro).
Las marcas de cantería que aparecen son coincidentes con las halladas en el presbiterio original del ábside central. Son cuatro marcas que muestro en el cuadro situado algo más arriba. Las mismas marcas que al interior y además en proporciones coincidentes con lo visto en esa zona del interior (Ver cuadro estadístico total).
Puesto que en los cilindros absidales originales conservados no he encontrado marcas ni al interior ni al exterior, puedo deducir que tampoco las habría en el cilindro absidal desaparecido dado que las fases edificativas en horizontal de la construcción original, debió de correr en modo uniforme a tenor del tamaño de sillares vistos en los ábsides laterales.
¿De donde vienen en ese caso los sillares con marcas de cantería?. Yo creo que proceden de una zona eliminada del presbiterio central, cuya profundidad, lejos de ser la misma que la de los ábsides laterales como se postula en la actualidad, debió de ser más amplio, como lo señala en su plano Durliat (resaltado en azul, abajo). Los sillares de esa zona desaparecida son los que se usaron en el lado meridional del ábside nuevo.
En fin, reflexiones al hilo del hallazgo del zodiaco en la cabecera de la catedral de Jaca y de mirarla, por primera vez, con otros ojos tratando de comprender cómo se desmontó y luego remontó este ábside reutilizando materiales.
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