LA GUÍA DIGITAL DEL ARTE ROMÁNICO
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-MONTAÑANA. IGLESIA DE Nª Sª DE BALDÓS (Cont.)-
(RIBAGORZA)
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MONTAÑANA MONTAÑANA-ERMITA DE SAN JUAN: EXTERIORES MONTAÑANA-ERMITA DE SAN JUAN: INTERIOR MONTAÑANA-IGLESIA DE Nª Sª DE BALDÓS: EXTERIORES MONTAÑANA-IGLESIA DE Nª Sª DE BALDÓS: PORTADA MONTAÑANA-IGLESIA DE Nª Sª DE BALDÓS: PORTADA-CAPITELES MONTAÑANA-IGLESIA DE Nª Sª DE BALDÓS: INTERIOR MONTAÑANA-IGLESIA DE Nª Sª DE BALDÓS: IMPOSTA ABSIDAL MONTAÑANA-IGLESIA DE Nª Sª DE BALDÓS: PINTURAS
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La escultura de la parroquial de Nuestra Señora de Baldós la vamos a encontrar en su portada. El magnífico tímpano y los capiteles que la adornan merecen un repaso detallado a cada uno de ellos. Comenzaremos por los capiteles, desde nuestra izquierda. El primero de ellos no es un capitel propiamente dicho sino que es ménsula sobre la que descansa el guardapolvo (Imagen 2). Muestra una cabeza compuesta por tres caras que comparten ojos de manera que tan solo hay cuatro en total para tres caras. Se ha comentado la posibilidad de un mensaje trinitario, o de representación de un ser monstruoso. Hay antecedentes de este tipo de rara escultura en Artáiz (Navarra). A continuación, también deteriorado por meteorización hallamos una Psicostasis o pesaje de las almas. San Miguel se halla a nuestra izquierda sujetando la balanza mientras que el demonio a la derecha trata de hacer trampas en este lance (Imagen 3). Después viene el episodio de la expulsión de Adán y Eva del Paraíso Terrenal. En la imagen 4 aparece Dios Padre en el vértice del capitel portando un libro con su mano izquierda y expulsando a Adán y Eva con la diestra. Un ángel lo acompaña en este episodio. Junto a este capitel, el de la imagen 5 muestra a Adán y a Eva tras haber pecado. Entre ambos vemos a la serpiente enrollada en el árbol de la Ciencia el Bien y el Mal. Como consecuencia de su pecado han de trabajar para vivir y los encontramos en la imagen 6 en ese trance: Eva cosiendo y Adán transportando una pesada carga a sus espaldas. El siguiente capitel muestra a un avaro rodeado de varios demonios de diversa hechura, dándole tormento por su pecado (Imagen 7). Lleva la bolsa al cuello (avaricia) y lo rodean varios seres demoníacos: demonio con apariencia humanoide, un sapo, una serpiente y un perro.
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En las mochetas que sustentan el tímpano volvemos a encontrar al león andrófago (Imagen 8) y frente a este tema, otra escena de castigo a pecador: el castigo a la lujuria. Una mujer es mordida y arañadas por dos bestias que muerden su cara y desgarran con sus patas traseras el lugar "por do era su pecado" (Imagen 9).
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A nuestra derecha los capiteles son estos: en la imagen 10 encontramos la escena del sacrificio de Abraham repitiendo idéntica iconografía que la vista en otro capitel de la iglesia de San Juan. Abraham toma a Isaac por loe pelos y está dispuesto a sacrificarlo cuando lo detiene el ángel al que vuelve sorprendido a mirar (Imagen 10). En el capitel adyacente (Imagen 11) vemos el cordero dispuesto para el sacrificio alternativo. El capitel de la imagen12 muestra imágenes que corresponden a dos temas diferentes. A nuestra derecha vemos a San José, sentado y con su típico bastón de peregrino, formando parte de la escena de la Anunciación, mientras que a nuestra izquierda hay dos figuras que compone una escena no descifrada: un personaje que aparenta ser el mismo por las vestiduras que lleva en en el capitel anterior (Isaac), se postra ante la figura que se ubica en el vértice del capitel ya la que falta la cabeza. Quizá ante el propio Dios en agradecimiento por librarlo de la muerte. En la imagen 13, el capitel muestra la escena de la Anunciación desde una óptica absolutamente metafórica y a la vez acorde con el día a día de las gentes: María aparece hilando con una rueca. A nuestra derecha el Arcángel San Gabriel y sobre el hombro derecho de la Virgen, la palomita del Espíritu Santo picando en su oído. Luego viene un alargado y deteriorado capitel que se inicia con un ángel sentado sobre la tapa del sarcófago vacío mientras hacia él acuden las Santas Mujeres de las que tan solo resta la silueta. Es la escena de la resurrección de Cristo (Imagen 14). Tras esta escena, otra igualmente deteriorada en la que se cree ver el episodio del encuentro de Cristo resucitado con la Magdalena, el "noli me tangere" (Imagen 15).
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Los arquillos ciegos de tradición lombarda situados por encima de la portada así como el gran vano apean en ménsulas de diferentes tamaños y formas que dan la sensación de haber sido reaprovechadas. Los motivos son diversos, destacando una mano (Imagen 17) o la tan repetida escena de la mujer desnuda exhibicionista (Imagen 18).
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Reflexionando acerca de la escultura de esta portada me surgen varias consideraciones. La primera es que los estilos de tímpano y capiteles son diferentes. El tímpano está labrado con arreglo a un canon más convencional. Evoca moeelos de gran importancia como el de San Pedro el Viejo de Huesca, repetido en la entrada a su claustro o en Ejea de los Caballeros, trocando Cristo por Crismón. Transmite la sensación de ser de mayor antigüedad que la escultura de los capiteles.
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Por su parte, los capiteles de la portada dan pie a varias consideraciones: en primer lugar que están labrados no de modo individual, sino en bloques de dos. También el hecho de que el escultor no se ajusta estrictamente a la cesta del capitel para dejar su mensaje en ella, sino que saca las figuras a los lados de la misma, incluso como flotando entre dos cestas como ocurre con el angelote de la imagen 10. El antecedente formal de sacar las figuras de las cestas, lo he visto en manos del maestro de origen francés ligado a Leodegarius que esculpe los capiteles de la sala de Doña Petronila en Huesca así como los del nivel inferior de la iglesia de San Gil de Luna en Zaragoza.
Por su parte, los capiteles de la portada dan pie a varias consideraciones: en primer lugar que están labrados no de modo individual, sino en bloques de dos. También el hecho de que el escultor no se ajusta estrictamente a la cesta del capitel para dejar su mensaje en ella, sino que saca las figuras a los lados de la misma, incluso como flotando entre dos cestas como ocurre con el angelote de la imagen 10.
El antecedente formal de sacar las figuras de las cestas, lo he visto en manos del maestro de origen francés ligado a Leodegarius que esculpe los capiteles de la sala de Doña Petronila en Huesca así como los del nivel inferior de la iglesia de San Gil de Luna en Zaragoza.
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Un detalle de los capiteles que tiene trascendencia desde el punto de vista edificativo es el de la magnífica conservación de los detalles del ala del ángel que anuncia a María (Imagen 13). Está rehundido, semioculto por el capitel de la resurrección de Cristo y por eso se conserva tan bien. Pero ¿Por qué está rehundido en esa zona del ala?. Mi opinión es que se debe a que en principio estaba pensado para ser el más exterior de los capiteles y al añadir una arquivolta más fue obligado colocar otro capitel a cada lado: el de la Resurrección y al otro extremo el de la Psicostasis y esa extraña triple cara que realmente es una ménsula. Además, deben de ser de material diferente teniendo en cuenta el hecho de que son los que mayor deterioro muestran.
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