Entremos
a la cripta: a uno y otro lado de la entrada y en
el grueso del muro se ven unas escaleras angostas
que comunican con la Iglesia; se han descubierto
durante las primeras obras; ya el antiguo Secretario
de la Comisión Provincial de Monumentos de
Huesca, Sr. Llabré, las presintió
en un luminoso informe que leyó a dicha junta;
previa consulta que me hizo el Vocal de esa Junta
y Arquitecto provincial Sr. Lamolla mandó
hacer averiguaciones en una de sus visitas encontrando
esas curiosas comunicaciones entre la cripta y la
Iglesia; de haberse estudiado detenidamente antes
aquello se hubiera previsto esa doble escalera y
la dirección que llevaba. La de la derecha
recibe luces de una aspillera pequeña abierta
en el muro de la fachada principal.
La planta de la cripta es una superficie compuesta
de un rectángulo y un semicírculo
adosado al lado mayor; se cubre por bóveda
semicilíndrica circular y cuarto de esfera,
cuyas bóvedas parten de una cornisa ajedrezada
que las separa de los muros. Se abren en estos y
en su parte curva absidal cinco huecos terminados
por arcos de medio punto realzados por cornisa ajedrezada
que continua en imposta; tres de estos huecos están
del todo abiertos formando aspillera hacia el exterior
y los dos restantes están ciegos, en mitad
de su grueso del muro, por dar a la caja de la escalera
y no proporcionar por tanto luz a la cripta. Los
diez capiteles de estos arcos se hallan en general
en buen estado y contienen buenas labras de época
interpretando fauna y flora; han desaparecido algunos
de los fustes de las columnas; las basas son también
de la época. En el rincón correspondiente
a la parte más elevada del terreno de fundación
aparece bravamente la roca por cima del pavimento.
Aun cuando por este dato se comprende que debe haber
poca profundidad entre el pavimento y la roca creo
que se debiera levantar este, por ver si se encontraba
alguna sepultura que diera luz sobre el misterio
de la construcción de la fortaleza.
Tapando
gran parte del hueco central había un altar
moderno que se ha trasladado al rincón derecha.
En este centro, sin duda, habría un ara que
cobijaría las arquetas de aquellos siglos
que se conservan en la Iglesia Parroquial de la
Villa y que contenían los restos del mártir
San Demetrio. Adjuntamos una ampliación de
una fotografía de una de las arquetas, pero
no dan idea las copias que se hagan de la riqueza
arqueológica que encierran aquellas joyas
que pueden verse gracias a la amabilidad del Párroco
de la Villa.
De
la cripta no se han sacado hasta ahora fotografías
claras de su conjunto ni de sus detalles por la
poca luz que hasta ahora ha habido; es labor a ejecutar,
pues merecen copiarse claramente los capiteles y
el conjunto de esta cripta tan bien conservada hasta
ahora. ¿Es esta cripta la tercera de las
Iglesias del Castillo que menciona el P. Huesca
en su libro publicado en 1796? Si así es
estaba dedicada a Santa Quiteria y fue durante algún
tiempo la Parroquial de la Villa puesto que dice
en su obra:
"Amás de
la referida Iglesia de San Pedro que era la principal
hay en el Castillo otras dos; una en lo más
alto junto al quarto de la Reina en honor de la
Madre de Dios y otra abajo dedicada a Santa Quiteria
que fue la Parroquial de la Villa. La población
antigua estuvo junto al Castillo al abrigo de sus
armas hasta mucho después de ganarse a los
moros."
¿Pero la Parroquia no estaría fuera
del Palacio aunque fuera dentro del recinto murado?
¿No sería acaso alguna de las edificaciones
que existirían alrededor de la torre del
Vigía? ¿No estará esto relacionado
con el pequeño trozo circular de muro que
he visto en uno de los cimientos de los muros? ¿Acaso
por junto al recinto murado exterior haya ocultos
algunos cimientos de alguna Iglesia? Punto es este
que merece estudiarse y el cual podrá verse
más claro el día en que se desescombre
totalmente el recinto murado hasta llegar a la roca
viva y así se vean de una vez los cimientos
de todos los edificios que hubiere dentro del dicho
recinto.
Todavía merece citarse un sillar que hay
en la jamba izquierda de la entrada a la escalera
de la derecha; aunque labra moderna, esculpieron
allí la figura de un cuadrúpedo que
si bien parece perro, la forma de la cola semeja
a la de un león.
En el lado opuesto hay un local abovedado con cañón
semicircular, y que apenas recibe luces de una aspillera
alta que da a fachada principal. Por las dimensiones
del local, por su situación cercana a la
puerta, por su poca luz, todos coinciden en asignarle
el papel de cuerpo de guardia.
Del sillar que hay encima de la puerta de la cripta
y que dentro de un círculo está el
alfa y omega y otras iniciales solo diré,
por ahora, que se ha copiado en la primera parte
de este trabajo.
Y pasamos ya a lo que podríamos llamar segundo
piso del Castillo y al cual podremos ascender o
por las escaleras angostas de la cripta o siguiendo
la escalera principal.
III
PLANTA
SEGUNDA DEL PALACIO-CASTILLO
Ascendiendo
por la escalera principal llegamos al final de la
primer tramada a un rellano del cual parten dos
caminos a seguir; sigamos de ellos el que va a la
izquierda en sentido normal a la primer tramada.
Por medio de varios escalones llegamos a un patio
pequeño triangular sin techumbre en uno de
cuyos lados se ven restos de arcos grandes que contenían
el avance de la roca; en este hueco debió
de haber un sepulcro importante a juzgar por lo
que dice le mencionado P. Huesca:
"El mencionado
sepulcro estaba en lo alto de la escalera frente
a la puerta de la Iglesia de S. Pedro donde lo he
visto algunas veces. Años pasados lo abrieron
ciertos hombres que hicieron algunas excavaciones
en el Castillo buscando tesoros y no antigüedades
y según me ha informado hallaron dentro los
huesos de un cadáver, una espada y un pergamino
que destrozaron sin llegar a manos de quien pudiera
leerlo"
Sin duda se trataba de algún personaje importante.
Todo hace presumir que una vez más la ambición,
al servicio de la incultura, nos ha privado de una
joya de arte importante y de algunos documentos
valiosos para la historia del Castillo.
En el lado de frente está la puerta de ingreso
a la Iglesia Mayor la cual se alza sobre tres peldaños
y se compone de arco de medio punto sobre capiteles
de flora clásica muy bien labrada y conservada,
a los que sustentan columnas con sus basas. De estos
capiteles se han obtenido fotografías. La
hoja de madera de la puerta de entrada a la Iglesia
ha desaparecido y en su lugar hay una moderna desde
hace tiempo.